La Granja Hortigosa se ubica dentro del municipio vallisoletano de Villavaquerín, entre Villabáñez y Castrillo-Tejeriego. Sus huevos son de gallinas camperas. Están libres en los parques, donde tenemos viñas en el valle Jaramiel Cerca de la ribera del Duero.

Su producto varía entre el tamaño M y L que en peso es entre 63 y 75 g aproximadamente y esto puede variar según la época del año. Al igual que el color de la yema, ya que en épocas de primavera-verano, suele tener más calor y en invierno es un poco más amarilla. Esto, con la única razón de que no utilizan colorantes en la alimentación diaria de sus gallinas y las diferentes épocas del año se reflejan en esta característica tan importante.

- Su presentación es de una docena, estuchada de cartón, que puede ser divisible en medias docenas.
Esta la recomiendan en tiendas de alimentación*

- Y la segunda es un cartón con 30 UDS.
Esta la recomiendan para hoteles y restaurantes*

En ambos casos, los tamaños son mixtos, es decir, M y L. La frescura de su producto es algo que garantizan, ya que distribuyen su producto en un plazo de 48 a 72 horas. Este fue el destino que decidió emprender Claudia Ramírez cuando abandonó su México natal para dedicarse a la avicultura y la vida en el campo. La saturación en su trabajo como arquitecta fue la razón que motivó a Ramírez a dedicarse a las gallinas y los huevos camperos. Y es que la joven partió de México en compañía de su marido hacia Valladolid, como ella misma relata, "el lugar donde él creció" y residían su familia y amigos.

A partir de ahí todo fue una aventura. "No es que un día me despertase y decidiese que me quería dedicar a esto", señala la granjera. La idea de comenzar el nuevo negocio parte de la creatividad y la curiosidad de su esposo por emprender un nuevo proyecto. Una idea a la que ella y sus dos socios se sumaron al descubrir la venta de una granja en la provincia vallisoletana. Ninguno de ellos poseía ni los conocimientos previos ni la atracción por las gallinas: "Me gustaría decir que siempre tuve relación, pero estaría mintiendo", sonríe.

Hortigosa pone a disposición de diferentes negocios de la provincia huevos de gallinas camperas que habitan en un espacio pensado para moverse con facilidad, un cuidado que guarda poca relación con los sistemas de explotación industriales. Estos métodos discrepan con la filosofía de una granja de origen campero. "No hay mercado de huevos ecológicos en Valladolid, así que decidimos que fuesen camperos. Solo es cambiar el pienso, más caro, y en un futuro podríamos cambiar a los ecológicos", explica Ramírez.

Entre los planes venideros de Granja Hortigosa se baraja la inclusión de nuevos productos. La posibilidad de ampliar de la granja, ahora de una hectárea y con 1.400 gallinas, también se encuentra sobre la mesa.

La clientela habitual se reparte en los municipios de Quintanilla de Onésimo, Valbuena de Duero, Tudela de Duero, Laguna de Duero, Aldeamayor de San Martín y dentro de la capital. ¿El futuro? Incubándose poco a poco.