Hace ya 30 años, el padre del actual propietario, Mario, se lanzó a la apicultura profesional, no fue un capricho, fue un legado heredado de su abuela. El propietario es Adrián y desde hace 6 años trabajan padre e hijo, forjando un gran equipo con las abejas.

Juntos han creado un reino donde cada abeja es una artista y cada gota de miel, una obra maestra.

Extraen cada gota con sus propias manos, en frío, rechazando atajos y facilidades. ¿Por qué? Porque la pureza y la calidad no son negociables. Porque cada cucharada de su miel lleva impresa la historia de un trabajo honesto y meticuloso. Porque las abejas no saben hacerlo mal y su trabajo es respetar el suyo. Porque también llevan 30 años haciendo agricultura ecológica y siendo pioneros en la provincia.

Todas sus mieles se encuentran cristalizadas debido a la extracción artesanal en frío, conservando intactas todas sus propiedades y cualidades. No añaden calor a la miel en ningún momento, ni la someten a la presión de una bomba o envasadora automática. De esta forma aseguran la pureza y la calidad de sus productos.

En su web se pueden ver todas las tiendas donde se pueden encontrar sus productos, también se los puede hablar vía whatsapp y pagar vía bizzum.