Segunda generación de apicultores y más de 40 años de apicultura respetuosa con el medio ambiente. ¿Por qué lo es? porque su trabajo es una apicultura estante dentro de la Reserva Natural Riberas de Castronuño – Vega del Duero. Es decir, el trabajo principal de sus colmenas es el cuidado del ecosistema polinizando el lugar y de ellas sale su miel, de la única reserva natural de la provincia de Valladolid.

Trabajan con varios colmenares dentro de este lugar privilegiado para que sus clientes puedan tener una miel de gran calidad (gracias a la amplia variedad de flora dentro de la Reserva), natural y cruda, ya que no se somete a ningún proceso de adulteración ni altas temperaturas y así no pierde sus propiedades.

Ahora María, coge el testigo de su padre Amable, con la creación de un obrador donde poder mejorar y crecer.

Obtienen una miel mil floras. En primavera contiene más frutales, en su mayoría, y la que se obtiene en meses venideros contiene retama, cantueso y encina, entre otras cosas.

Un producto que comparten con amigos, familiares y vecinos para que todos ellos disfruten de la calidad del mismo.